jueves, 7 de junio de 2012

Los hijos del carbón alzan la voz


El pozo de Santa Cruz del Sil, donde hace 17 días que permanecen encerrados los ocho mineros que en el Bierzo son el símbolo de la lucha en defensa del carbón, vivió ayer uno de sus días más emotivos. Cerca de medio millar de personas -encabezadas por 50 niños de entre 3 y 12 años del colegio de Matarrosa del Sil- recorrieron tres kilómetros de marcha solidaria, los mismos que separan esta pedanía de la bocamina que se ha tragado a los ocho mineros. Lo hicieron aún bajo una intensa e inoportuna lluvia que comenzó a caer con el primer paso y no cesó hasta que, ya unidos a quienes les esperaban frente al pozo, entonaron el Santa Bárbara bendita, el himno del Bierzo minero.
Vecinos de toda la cuenca Fabero-Sil recibieron a los participantes en la marcha con aplausos y al grito de «¡Aquí están, estos son, el futuro del carbón!». Juntos sumaban casi 600 personas con un único fin: hacerse oír, hacerse entender. Fue el pedáneo de Matarrosa, Sergio Caballero, quien rompió el silencio que acabó ahogando los aplausos. Él fue la voz de todos los allí congregados, entonando un discurso que llenó no pocos ojos de lágrimas. «Lo único que queremos es luchar por lo que es nuestro, por lo que nos pertenece, que no es otra cosa que trabajar en las minas. No van a acabar con nosotros, están equivocados si creen que vamos a rendirnos. La lucha continua porque queremos vivir en paz en nuestra tierra», gritó.

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